NUESTRA HISTORIA

HISTORIA DE SEMTAD - EL ALTO

(1955 - 2009)
Aporte: Eliseo Tintaya, 2009
E-mail:
eliseotintaya@yahoo.es
SEMTAD - EL ALTO
Antecedentes
Las Asambleas de Dios como una institución reconocida mundialmente, que surge de una confraternidad de siervos llenos del Espíritu Santo al igual que el día de Pentecostés, ahora hace prevalecer sus principios hasta que Cristo regrese por su iglesia.

En 1946, nace en Bolivia con el primer culto el 12 de mayo en la ciudad de Cochabamba a cargo de los hermanos Everestt y Mirtha Hale, que en esos años ser evangélico era algo no considerado en la sociedad
[1]. La familia del Waldo Nicodemos y de Earl Wilkie fueron los acompañantes del inicio de la obra de Cristo en Bolivia. Y en 1952 se integran David y Betty Grams, luego del aprendizaje de la lengua española inicia la obra en La Paz[2].

En 1954, se llevó un proyecto piloto con una semana de estudio en la Ciudad de La Paz, para probar el ambiente y la seriedad de los estudiantes, fue positivo. Sin embargo, el Espíritu Santo quería que se lleve su escuela educacional con una filosofía de “estudio contextualizado”: en su propio ambiente, estilo de vida y un precio accesible
[3] para los emprendían a estudiar, y estaban preparándose para ser obreros eficaces para conquistar su pueblo, y toda Bolivia.

Su nacimiento

Según M. Orlando Nutt (1996), afirma que “en 1955 se compró una pequeña propiedad en General Pando, en Provincia Pacajes, a 100 Km. de la Ciudad de La Paz, era el centro del avivamiento espiritual, lugar rústico con la ventaja es que no llevaba al obrero fuera de su ambiente. Los alumnos dormían sobre las bancas y los maestros sobre sus camionetas. No había electricidad, instalación sanitaria, ni calefacción. El agua en las jarras amanecían congeladas. Los maestros temblaban de frío con abrigo y guantes, pero perseveraban con gozo al ver el progreso de sus alumnos en las cosas de Dios”
[4].

Por otro lado, M. David Grams(2005), nos reafirma que en 1955, se inicia la primera clase formal con 25 alumnos, el 15 de junio, en una tienda pequeña sin ventanas, el cual servía de capilla y el aula de clases: Cada estudiante pagaba por el ciclo estudios el valor de una oveja con chuños, carnes o papa. Los primeros docentes eran los misioneros: Earl y Ruby Wilkie, David Grams como Administrador. Como resultado de aquello, luego de seis semanas de estudio, terminaron veintiún hermanos, y diez obreros se lanzaron a la obra.

Desde un principio, se inculcaba la estricta disciplina similar a un cuartel militar, ya que estos eran “soldados de la cruz”. Y en las fotografías sus vestimentas se observan con traje y corbata, deduciendo que eran ministros del Rey de reyes. A las 6:30 se tocaba la campana; todos los alumnos y profesores oraban media hora, luego el desayuno. Con el tiempo, velando por los ministros sobre sus necesidades mientras abrían nuevas iglesias, se incluyó en el plan de estudios las áreas técnicas como la sastrería, sombrerería y carpintería. Y se ofrecían clases especiales para mujeres, con la ayuda de las misioneras Perla Estep y Flora Shafer.

Su Desarrollo

David Grams, uno de los misioneros pioneros en Bolivia de Las Asambleas de Dios, nos cuenta detalladamente sobre el desarrollo del Instituto Bíblico, denominada de ese entonces.

“La historia del Instituto Bíblico de las Asambleas de Dios en General Pando comienza con un mover del Espíritu Santo en Bolivia. Durante el periodo de clases en un pequeño Instituto Bíblico en Cochabamba en el año 1952, varios hermanos recibieron el bautismo del Espíritu Santo, entre ellos Humberto y Concepción Angulo y un joven de apellido Ticona de la provincia Camacho. En el mes de mayo del mismo año, el misionero Everett Hale, radicado en Santa Cruz de la Sierra, acompañó al joven misionero David Grams, recién llegado a Bolivia, para visitar las primeras obras por el Altiplano.

Primero hicieron un culto en una casa humilde en las riberas del Lago Titicaca, cerca del pueblo de Carabuco. El testimonio del joven Ticona había tenido efecto y un grupo de hermanos estaba listo para el bautismo en las aguas frígidas del Titicaca, y hablaron de formar una congregación. Esa misma noche, en la casa mencionada, se derramó el Espíritu Santo, y entre los que recibieron la Promesa estaba el hermano Andrés Condori de Queascapa.

En la misma gira los dos misioneros visitaron también a una pequeña congregación en Machacamarca, provincia Aroma y a otra en Corocoro, provincia Pacajes, que pertenecía a las Asambleas de Dios por un “obsequio” de la misión Amigos de Oregon. Los misioneros extranjeros allí radicados, después de trabajar muchos años con muy poco resultado en ese pueblo difícil entre los mineros del cobre, decidieron entregar la obrita a la nueva misión pentecostal que estaba tratando de instalarse en La Paz y el Altiplano.

El grupito en Corocoro necesitaba un pastor, y en esa época lo que más hacía falta eran obreros preparados. El hermano Grams habló con un hermano de la congregación de la Calle Yungas que estaba dispuesto a arriesgarse para ir con su esposa a Corocoro. Aguantaron el “shock”cultural y el frio por un par de meses y regresaron a la ciudad. Qué hacer con Corocoro? El Señor tenía la respuesta. El hermano Andrés Condori de Quescapa me visitó en nuestra casa en La Paz con el sorprendente anuncio que estaba listo para ir a pastorear el grupo en Corocoro. Me contó que un ángel le habia aparecido a él y a su esposa, diciéndoles que el Espíritu les estaba guiando para ir a Corocoro. Me dijo que había vendido ya su toro, puesto un candado en la puerta de su casita, y que ya traía a su esposa e hijita con unos bultos de enseres en unos aguayos, y que por favor lo llevara a Corocoro. “Es época de lluvia”, le dije, pero me aseguró que los camiones estaban pasando por el camino.

Fuimos en la camioneta a la mañana siguiente, y después de plantarnos malamente en un pequeño río y resbalar en el barro por horas, los dejé en Corocoro y después de encomendarlos al Señor, retorné por el mismo camino. Andrés tenia muy poca preparación, apenas hablaba el castellano, pero estaba lleno del Espíritu Santo y tenía una pasión por las almas y el convencimiento de que el mismo Dios lo estaba llamando a Corocoro.

Después de dos meses volvió a aparecer en la puerta de nuestra casa. “Pastor”, me dijo, ‘’tengo 30 hermanos nuevos listos para el bautismo en agua, y ya les he enseñado el ‘Reglamento Local’. Necesito que vengas para bautizarlos.” Concordamos sobre una fecha en el mes de mayo, después que se secara un poco el barro del camino, y en esa ocasión, juntamente con mi esposa Betty Jane con su acordeón, y el hermano Humberto Angulo, fuimos para ver la situación en Corocoro. Cual no sería nuestro asombro al ver la sala alquilada sobre la placita de Corocoro llena de hermanos, orando fervientemente, y después de una predicación, postrados en el suelo bajo el poder del Espíritu Santo. En seguida fuimos todos al pequeño Lago de Caquingora, a una legua del pueblo, y después de empujar la capita de hielo en el lago, entramos Grams y Angulo para bautizar a 36 hermanos y hermanas!

Al regresar al pueblo, Andrés insistió en llevarnos a la estancia de Jankomarca, a una distancia de varias leguas, diciendo que allí también se estaba formando otra congregación y que seis parejas de jóvenes de las que se habían bautizado eran de ese lugar. Al llegar, vimos que las paredes para un nuevo templo ya se estaban levantando y que ellos querían llevar a Andrés para ser su pastor. También nos señaló Andrés que a una legua de allí había otro grupo en formación en Chojjñapampa y en Challa Belén y que por otras partes se estaba sembrando las buenas nuevas con buenos resultados.

Nos acordamos de las palabras de Jesús, que la mies era mucha pero faltaban obreros. Y esos nuevos hermanos en Pacajes, jóvenes casados, llenos del Espíritu Santo querían estudiar y prepararse para servir a Dios. Hacía falta un lugar donde estudiar.

El primer intento resultó en fracaso. Después de mandar a 16 hermanos de la ciudad de La Paz y a varios del Altiplano al instituto de Cochabamba en el año 1953, ninguno se incorporó a la Obra. Más bien, al encontrarse con un clima benigno, con abundancia de vegetales, fruta y leche…optaron por la vida más fácil de la ciudad en lugar de enfrentarse con el clima y circunstancias crueles del Altiplano.

Era evidente que esa no era la respuesta, y el Espíritu Santo nos dirigió para afirmar una filosofía educacional muy importante, es decir, llevar los estudios cerca de donde vivían los alumnos, dentro de su propio ambiente y estilo de vida, y a un precio accesible para ellos. En el año 1954, llevamos a cabo un “proyecto piloto” de una semana de estudios en la ciudad de La Paz, para “palpar el ambiente” y ver la seriedad de los que estaban pidiendo ingresar a un instituto bíblico. El resultado fue totalmente positivo. Era momento de establecer un lugar serio de estudios.

Pero, ¿donde? Era lógico buscar un lugar en la provincia de Pacajes donde había ya varias congregaciones y donde los hermanos sintieron un llamado a la Obra y su necesidad de preparación. Primero se pensó en el pueblo de Corocoro, pero los hermanos sugirieron un lugar más tranquilo, el pueblito de la estación de ferrocarril La Paz-Arica (General Pando); en pleno altiplano, con una población de unas 150 personas, una escuelita y una iglesita católica. Y unas tienditas tristes sobre la calle frente a la estación del tren que dos veces por semana hacía escala allí. General Pando, cien kilómetros al sur de La Paz, que después de pasar por Viacha, ofrecía nada más que caminos de tierra y en época seca, un río seco para los últimos cinco kilómetros. Cinco horas de viaje.

En esa misma calle se compró una de esas tienditas con unos metros cuadrados de propiedad que antes había sido una estuquería y todavía tenia su galpón viejo y medio caído con un montón de estuco. Y detrás del galpón, más escombros. Triste escena, todo deteriorado, pero lo compramos por un equivalente de 250 dólares. Más dinero no había, y nos dimos cuenta que Dios nos había entregado esa propiedad en ese pueblito para establecer un centro de estudios para los hermanos fieles del Altiplano.

Ya corrían los primeros meses del año 1955 y se había anunciado la noticia del comienzo de clases en General Pando para el mes de junio, y la propiedad seguía en su estado desastroso. Primero, la tienda tenía que convertirse en aula de clase y capilla. Parecía una tumba sin ventanas. El joven Grams con Desiderio Apaza, un hermano fiel, pusieron manos a la obra, y con un pesado combo y otras herramientas comenzaron a abrir huecos para ventanas y otros para puertas. Paredes viejas de adobe. Nubes de polvo viejo y mal oliente. Con un gran esfuerzo lograron alistar el aula de clases con piso de ladrillos, limpiar la propiedad y colocar un portón de calamina sobre la calle.

Al llegar el 15 de junio de 1955, comenzamos las clases del primer año. En pleno invierno con temperaturas hasta de 10 grados bajo cero. Se daban las clases en los meses más fríos, cuando la helada impedía el trabajo agrícola y los hombres estaban libres para asistir.

Eran momentos históricos y de gran aprovechamiento. El lugar era totalmente rústico, pero tenia la ventaja que no llevaba al obrero fuera de su ambiente. Cada uno pagó por el ciclo de estudios el equivalente al precio de una oveja; en carne o en papas, chuño o quinua. Ese primer año, no había dormitorios para los alumnos. Los 25 alumnos varones durmieron sobre pieles de ovejas colocadas sobre los bancos prestados de la iglesia de Corocoro. Los misioneros durmieron en sus camionetas. No había electricidad, instalación sanitaria ni calefacción. El agua en las jarras amanecía congelada.

Los profesores de ese primer año eran los misioneros Earl y Ruby Wilkie, que llegaron desde Cochabamba. A su lado estaba David Grams como administrador. Veintiun hermanos terminaron sus seis semanas de estudio y como resultado del esfuerzo, unos diez hermanos se lanzaron a la viña del Señor. David Grams sirvió como director después del primer año.

Comenzando con ese primer año, los alumnos tenían que trabajar dos horas diarias en forma obligatoria, demoliendo las viejas paredes, haciendo adobes, para levantar nuevas habitaciones, un comedor y una cocina. La misma necesidad lo demandaba, y todos quedaron contentos y orgullosos al ver, de año en año, las nuevas instalaciones que ellos mismos habían levantado.

Durante los primeros años, la cocina era del tipo conocido en el altiplano, hecha de barro, en el suelo. El combustible también era del lugar, recogido con la camioneta del director y la ayuda de varios alumnos. Con los picos se cortaron las “t’olas” y pagando a un campesino el precio convenido, regresábamos al instituto con grandes cantidades de bosta seca de toro y taquia de llamas y ovejas.

Desde el principio, el instituto seguía una estricta disciplina similar a un cuartel militar, ya que estos eran “soldados de la cruz”. El día comenzaba a las 6:30 al tocarse la campana, que era un viejo cigüeñal de camión que se tocaba con otro hierro. Primero, todos, alumnos y profesores, a una media hora de oración, todos de rodillas en la capilla. Eso, antes de salir el sol, y el frío se soportó sólo con el fervor de la oración en voz alta, cada uno en su lugar! Y luego, el desayuno de sultana con un pan que se tomaba de pie y de cara al sol. Se mantenía un estricto control sobre las horas de clase y las demás actividades del día. General Pando pronto llegó a conocerse como un lugar de estudio serio.

El plan de estudios se ajustaba a las condiciones. El primer año, las clases eran de sólo seis semanas, luego se aumentaron dos semanas más y en el año 1962 se adoptó el Plan CEIBAL, recomendado por una comisión internacional de las Asambleas de Dios, y General Pando siguió adelante con tres meses al año, tomando seis años para completar el programa. Con el tiempo se dieron también clases en sastrería, sombrerería y carpintería con el fin de que los obreros se sostuvieran mientras abrían nuevas iglesias. Durante los primeros años se ofrecían también dos semanas de clases especiales para mujeres, gracias a la buena voluntad de nuestras misioneras Perla Estep y Flora Shafer.

Al finalizar el curso del año 1960 se hizo la primera graduación en que Manuel y Felipe Tarqui, Justino Quispe y Silverio Condori recibieron sus diplomas.

El aspecto de la propiedad se mejoraba de año en año. Los primeros dormitorios se techaron con paja “brava” del altiplano, lo mismo que el edificio de dos pisos al fondo de la pequeña propiedad que tenia que servir como comedor y aula de clase y su segunda planta como alojamiento para los maestros. Nunca me olvidaré el polvo y la tierra que tuvimos que soportar los hermanos Gordon y Marilyn Marker y yo durante las semanas de clases del año 1960, cuando se cambió el techo de paja por uno de calamina mientras seguíamos alojados en las habitaciones. Faltando lugar para construir otras aulas de clase, ya que se daban por lo menos cuatro cursos a la vez, el Señor nos ayudó para comprar otra propiedad justamente detrás de la nuestra, y allí seguíamos con otras aulas de clase y unas habitaciones para los profesores. Para mejorar la situación de luz para el estudio de noche, se instaló un pequeño motor para luz eléctrica. También se mejoró mucho la pared que daba a la calle y se puso un letrero grande encima con el nombre de la institución.

Enseñar durante los meses de invierno en General Pando era para los valientes. Desde el año 1956 y durante varios años nos acompañaron las misioneras Perla Estep y Flora Shafer. Otros misioneros que prestaron sus servicios eran los hermanos T.O. y Artie Johnston, Gordon y Marilyn Marker y Bryan Mock. Desde el Perú nos ayudó el joven Fernando Moroco, primero como soltero y luego con su esposa Dina. Pero el futuro del instituto tenía que asegurarse con la participación como maestros de los mismos bolivianos. Entre ellos, Humberto Angulo y Fernando Monrroy, y una vez egresados del mismo, los valientes Silverio Condori, Celestino Condori y Mateo Mamani.

El instituto de General Pando ocupó un lugar de mucha importancia en la vida de toda la familia Grams. Durante los primeros años, David tenía que dejar a su esposa Betty Jane en La Paz para ella suplir su ausencia con ministerio pastoral y para cuidar a los tres niños todavía pequeños. Cada fin de semana el esposo-padre viajaba a la capital (5 horas de viaje) para predicar, arreglar asuntos pendientes, y comprar algunos alimentos para el instituto que no se conseguían en la estación de tren. A partir de 1964, me acompañaron al instituto Rocky y Raquel, quedando Betty Jane con MonaRé en la ciudad. Ya en el año 1965, toda la familia quedamos en General Pando durante los tres meses, ya que el hno. Bruno Frígoli había sido nombrado como director del Centro Evangelístico de La Paz.

Ese año ha quedado grabado profundamente en la memoria de cada miembro de la familia Grams hasta el día de hoy. Betty Jane enseñaba y MonaRé también formaba parte de la docencia como profesora de castellano. Rocky, en horas aparte, les enseñaba trompeta a algunos pastores. Y Raquelita, con sus nueve añitos, se hizo amiga del maestro de la escuelita fiscal a dos cuadras de la propiedad, y acepto “dictar” clases en inglés. Lo interesante era que los meses de clases en General Pando coincidían exactamente con las vacaciones de nuestros hijos en su colegio en La Paz. Así que cada año, ansiosos de terminar sus clases en Cala Coto en junio, se alistaron “para ir con papi a Pando”. Aprendieron a respetar, apreciar y amar al pueblo aymara, y en particular, a cada uno de los valientes estudiantes/pastores presentes. Rocky no faltó ninguna mañana de estar a mi lado a las 6:30 a.m., de rodillas sobre una tablita de madera, orando juntamente con todo el grupo de estudiantes. Allí, en General Pando, comenzaron a formarse nuevos misioneros Grams que hoy están en diferentes países del hemisferio, sirviendo al Señor.

En su “Informe a la Convención Nacional” en Cochabamba del día 18 de octubre de 1966, el director del Instituto Bíblico de General Pando, David Grams, presentó el siguiente documento:

“El curso de estudios del presente año en General Pando comenzó el día 14 de junio y finalizó el 11 de septiembre. Con este año, se han cumplido 12 años consecutivos de estudios y preparación para nuestros hermanos del Altiplano. Los 38 alumnos varones llegaron de 21 diferentes iglesias, y estaban repartidos en cuatro cursos: 22 en el primero, 10 en el segundo, 2 en el tercero, y 4 en el sexto. Los maestros que colaboraron en el esfuerzo han sido: Perla Estep, Flora Shafer, Silverio Condori, Celestino Condori, Mateo Mamani, Betty de Grams, Mona Ré Grams, y un servidor suyo.

“Nuevamente este año las iglesias del altiplano y de la ciudad de La Paz prestaron una valiosa colaboración en el “Día del Kilo”. Más de 12 quintales de víveres fueron obsequiados por 23 diferentes iglesias. El instituto recibió estas ofrendas de papas, chuños, ocas, arroz, quinua, azúcar, fideos, y muchas otras cosas con mucho agradecimiento, sabiendo que en algunas regiones del altiplano los hermanos habían sufrido ya tres años de muy poca cosecha.

“En este informe se debe mencionar la bendición del Señor que se sintió durante los tres meses de estudio, porque durante este tiempo unos 15 hermanos recibieron el bautismo en el Espíritu Santo, y también muchos sintieron el llamado del Señor para salir a la obra o para colaborar en forma más amplia en sus iglesias locales. Durante las actividades de clausura, tuvimos el gozo de ver a unos 400 hermanos congregados para los tres días especiales, en los cuales se celebró un culto de bautismos, la Santa Cena del Señor, un culto de confraternidad, y sobre todo, el culto especial de clausura.

“Las cuatro semanas de estudio especial para las hermanas se llevaron a cabo desde el 13 de septiembre al 7 de octubre. A este curso asistieron 30 hermanas alumnas. La hermana Flora Shafer dirigió el curso, teniendo la colaboración de la hna. Perla Estep, y los hermanos Silverio Condori y Celestino Condori como maestros.

“Creemos, hermanos, que los esfuerzos hechos en General Pando durante estos cuatro meses del presente año resultarán en mucha bendición para el avance de la obra, y sobre todo, damos gracias a Dios porque ciertamente al participar en estas labores hemos sentido que ‘el Señor obró con nosotros…’”

Un informe similar podría haberse preparado para las actividades de 1967. Otra gran experiencia de aprendizaje, de compañerismo entre maestros y alumnos, y de un nuevo Pentecostés para todos. En lo personal, era mi última participación como director y profesor en nuestro querido instituto de General Pando.

En junio del año 1968 la familia Grams salió de Bolivia para entrar en otro capítulo de su ministerio, el de dedicarse a tiempo completo al Instituto de Superación Ministerial para todos los países de la América Latina. Al terminar esta historia, me da mucha satisfacción mencionar que la filosofía educacional que dio nacimiento al instituto en General Pando fue la misma que tuvo gran influencia en la creación del ISUM—el de llevar la enseñanza cerca de donde vive el ministro, a un precio accesible, y en segmentos breves que le permiten ausentarse y retornar a sus mismas responsabilidades ministeriales”
[5].

Ignacio Tintaya Chambi (2002), uno de los pioneros de Las Asambleas de Dios de Bolivia, afirma haber sido discípulo de los misioneros: David Grams y su familia en 1960 y 1961, el mismo es de Queascapa donde se inicia la primera obra en Provincia Camacho, después de Pacajes en La Paz. Trabajó en Provincia Camacho y Manco Kápac junto a los Ptres. Justino Quispe, Martin Tintaya, Agapito Cuellar, Celestino Condori y entre otros. “En el instituto nos enseñaban tocar trompetas, acordeones, hacer sombreros, a tejer algunas veces. Pero, principalmente estaba centrado en la Palabra de Dios. El llamado era cada vez más renunciante, nos íbamos a predicar a pueblos, cantones y a otras comunidades, así hemos levantado varias iglesias con ayuda de Dios. Ahí conocí al Hno. Pablo Hoff, un hombre dinámico que viajaba a pie a los lugares del valle repartiendo Biblias. Luego más tarde inauguramos el Instituto Teológico de El Alto. El hijo mayor del misionero David Grams, subió a armar tejerales sin miedo con su martillo, así se construyó el ITADEA El Alto”
[6].

Su traslado

Durante 14 años, el Instituto Bíblico estaba establecido en General Pando, luego en 1969 se traslada a la Ciudad de El Alto, zona 16 de julio que actualmente funciona en el mismo lugar. Y la nueva infraestructura fue construida por el misionero Bruno Frigoli junto a los obreros que seguían el estudio.

Han pasado cantidad de ministros de Jesucristo por “ITADEA” (Instituto Teológico de Las Asambleas de Dios - El Alto) denominado posteriormente. La mayoría de las personas que han seguido la carrera en la institución, están trabajando como obreros en la viña del Señor, algunos como pastores, otros como diáconos, líderes en diferentes departamentos o como maestros.

Es como informa el Ptr. Genaro Tarquino Tiñini(2002), sobre los logros obtenidos en su directorio durante siete años de 1995 al 2002:
- el mejoramiento de la infraestructura
- el mejoramiento de ambientes de clases
- la implementación de equipos de oficina
- la selección de docentes capaces con ministerios y profesionales.
- el incentivo a la superación y actualización docente
- el prestigio institucional con el reconocimiento especial de parte de C.E.C. (Comisión de Educación Cristiana)
- la extensión interdenominacional y el funcionamiento de tres periodos sin interrupción.
- la extensión a las provincias y la superación ministerial con el Post-grado.
- la conservación de la dependencia de nuestro Señor Jesucristo, Maestro de los maestros.

Concluyendo su informe, alienta a los estudiantes “que sigan superándose en el área ministerial, a fin de ser obreros eficaces para la gloria de Dios, con la colaboración de las iglesias y alumnos de la institución”
[7].


En 2003 - 2004, siendo el Ptr. Octavio Ruíz, Director de ITADEA, se logra mantener los principios institucionales y el incentivo a la superación ministerial.

En 2005, se realizó LAS BODAS DE ORO de la institución (1955 - 2005). Los 50 años dedicado a la formación de ministros RESPONSABLES Y COMPROMETIDOS en la obra de Dios. Toda la Gloria y la honra merece el amado Espíritu Santo por haber sido, es y seguirá siendo Maestro de los maestros, enseñándonos lo que Él quiere enseñarnos. ¡FELICIDADES…! En su BODAS DE ORO. Y gracias a los pioneros y misioneros por gracia supieron aportar al reino de Dios y aquí estamos sus frutos.

De 2005 - 2008, la institución estuvo a cargo del Ptr. Primo Cordero como Director, como secretario: Ptr. Roberto Quilca, Tesorero: Ptr. Alfredo Marca y el Supervidor de obra y práctica: Ptr. Eugenio Huanca. Se dio a cambios importantes, en especial el nombre la institución del “Instituto Teológico” al “Seminario Teológico Ministerial”, dando así mayor peso académico y formación ministerial. Antes denominada “ITADEA”, ahora, “SEMTADEA” o “SEMTAD – EL ALTO”. También se proyectó a la nivelación ministerial y sus conocimientos a llevar adelante como el Post-Grado "Bachiller en Biblia".

Finalmente, El Ptr. Primo Cordero presentó un proyecto de infraestructura institucional, con la visión de ampliar la institución en su formación académica y ministerial.

En la actualidad
Desde el mes de enero de 2009, ejerce la nueva directiva a la institución, las cuales se proyectan según las bases cristo céntricas, los objetivos y fines con la que fue creada la institución. Se fortalece el pensum académico del Seminario Superior, y se implementa las modalidades de graduación como: examen de grado, y la defensa de la tesis monográfica, para mejorar la formación ministerial y académico.


En 2010, Ptr. Alfredo Marca lleva adeloante la Direccion del Seminario y el 2011 que hoy esra en vigencia el Ptr. Walter Palmero


Bibliografia
[1] Voz de Vida, Boletín informativo, 2002[2] Nutt, Orlando. Las Asambleas de Dios de Bolivia, 1996. pp. 23, 25[3] Grams, David. Historia del Instituto Bíblico de Gral. Pando. (Florida, E.U.A. Documento enviado, mayo/05)[4] Idem, Nutt.[5] Idem, Grams, David.[6] Tintaya, Eliseo. Historia de las Asambleas de Dios en Camacho. (Trabajo presentado en ITADEA), 2002[7] Callisaya, Julia y Quispe Abigail. Siente años de bendición (Entrevista a voz de vida), 2002 pp. 1, 2


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7 comentarios:

  1. AMADOS. LES ECRIBE FLAVIO VEGA DESDE SAN JUAN ARGENTINA. UN PLACER VISITARLES Y PODER ESTABLECER CONTACTO CON USTEDES. ME GUSTARIA ESTABLECER CONTACTO A FIN DE INTERCAMBIAR INQUIETUDES EN LA EDUCACION CRISTIANA. SOY DIRECTOR DEL INSTITUTO BIBLICO ANDINO DE SAN JUAN. PASTOR EN EL 1986 DE CENTRO CRISTIANO DE ORURO. UN ABRAZO. MI TEL FIJO ES. 0264-42743444

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  2. perro tintaya de mierda estas muerto

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  3. DESILES QUE DIOS LOS VENDIGA POR LOS ESFUESOS, SIGAN ADELANTE, ASIMISMO ALOS DE SEMTAD 2 DEL ALTO, ALOS HERMANOS SAMOS Y A TODO EL PLANTEL.

    ATTE POLICAPIO V
    ALUMNO DE CHUMISA PROV. LARECAJA

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  4. Que pena que personas que dicen ser cristianos se dediquen a insulta y no valoren el trabajo del Hermano Eliseo tintaya.

    Algo para tomar encuenta...

    Una vez un piloto de aviación se disponía a volar cuando de pronto escucho un chillido en la parte trasera de su asiento al agacharse se dio cuenta que era una RATA no podía retrasar el vuelo para bajarla entonces recordó que las ratas no resisten las alturas y emprendió el vuelo, conforme iba subiendo el avión disminuía los chillidos hasta que desaparecieron... MORALEJA cuando escuches chismes de ti solo vuela mas alto, cuando te critiquen solo vuela mas alto y cuando te quieran hacer daño solo vuela mas alto RECUERDA: LAS RATAS NO RESISTEN LAS ALTURAS.

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  5. Una persona que dice ser CRISTIANO escribio en un cuadro de dispensación del seminario la palabra Pend... es otra RATA

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  6. Buena hora a todos y que la paz de Dios reine a todos los pastores y lideres que llevan adelante la obra de Dios y al que critica los bendecimos

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  7. ESTIMADOS HERMANOS... EN LA VIÑA DEL SEÑOR HAY DE TODO, ASI COMO EN EL MUNDO HAY DE TODO, LO NECESARIO ES SOPBRELLEVAR LA CARGA DE LOS UNOS A LOS OTROS, Y A LOS QUE TE INSULTAN BENDECIR, Y DIOS SE HARÁ CARGO DE CUALQUIER CIRCUNSTANCIA HUBIERE EN CONTRA DE SUS HIJOS. ADELANTE Y MCHAS BENDIICONES. SEGUIR APORTANDO EN ESTE ESPECIO CON SUS IDEAS.

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